El fascista que habita en mi me obligó hace un par de años a tomar una decisión drástica: indiferencia total ante el auge de los mensajes en los foros terminados con "Escrito desde mi [movil] usando TapaTalk v[x]". Daba igual si se trataba de una cuestión interesante o de alguien regalando billetes de 50 euros.
La razón era que quien accedía a internet usando un tablet o móvil buscaba información inmediata y no disponía de una herramienta adecuada para consultar información más densa o de un modo más riguroso, mucho menos de escribir respuestas adecuadas. En definitiva, era un parásito. Un buen monitor de PC y el teclado son indispensables para utilizar varias aplicaciones a la vez, comparar fuentes, probar cambios y, en última instancia solicitar ayuda en algún foro, explicar cuál fue la solución para que alguien en el futuro pueda ahorrarse nuestros pesares o simplemente dar las gracias.
Por culpa de una mudanza llevo un mes sin escritorio y mi acceso a internet se limita a mi portátil o mi móvil mientras estoy sentado en la cama. Punto por punto he podido comprobar todos mis prejuicios sobre el consumo "rápido" de internet: no he hecho nada de provecho para los demás. He visto vídeos de youtube, he consultado wikipedia y me he orientado con los mapas de google. Algún email he redactado pero han sido los mínimos, escribir aunque sea lo más básico se convierte en una molestia. Y éste no es el internet que un día me cautivó, el que me mantuvo noches enteras leyendo, indagando y experimentando. No es el internet que me gusta.
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